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«No existe sabio que lo sepa todo, ni ignorante que no sepa nada».


5 de marzo de 2011

LA RESPONSABILIDAD

Y luego de ya haber pasado casi un mes sin escribirles, hoy quisiera plantearles una pregunta interesante: ¿Cuál es la responsabilidad más grande que puede tener un ser humano? ¿Se lo han preguntado, a caso? Pues la responsabilidad de saber que todos y cada uno de nosotros somos los únicos dueños de lo que sucede en nuestra vida, de lo que hayamos logrado o no lo hayamos logrado, de aquellas cosas que nos llegan a suceder en la vida, somos los únicos responsables. Y les escribo esto a colación de ciertas conclusiones a las que he llegado a raíz de haber reflexionado en los últimos días, concretamente este fin de semana.

La responsabilidad significa despertar, implica darse cuenta de que en nuestras manos está aquello que buscamos. Responsabilidad significa dejar de culpar a todo y a todos por las cosas que nos suceden, así nos hayan sucedido cuando eramos niños o nos hayan maltratado o nos hayan hecho lo que nos hayan hecho cuando éramos niños, adolescentes o en cualquier momento. La única responsabilidad que tenemos es para con nosotros mismos y saber que no podemos culpar a las situaciones, a las cosas y a las personas por aquello que nos sucede. Porque la única manera de salir adelante en esta vida no es culpar a los demás de lo que nos está sucediendo. Nosotros somos los arquitectos de nuestra vida y si esta no nos ha sido tan favorable hasta ahora, el futuro puede cambiar y depende especialmente de uno mismo. Si se ha tenido muchos fracasos, déjenme decirles que están en una excelente posición para comenzar una nueva vida. Si, desde tu punto de vista, eres fracasado, eres experto en conocer cómo no deben hacerse las cosas. ¿No creen?

Cuando se sabe qué es lo errado, no lo repetiremos en el futuro y nos acercaremos más a aquellos que anhelamos alcanzar. Por eso no esperemos al momento ideal. Es más, desde el instante en que terminen de leer esto que les comparto, sus vidas pueden tomar uno de dos rumbos: el triunfo o el fracaso, la felicidad o la infelicidad; es al final de cuentas su decisión de tomar uno u otro sendero, la forma de hacerlo es dejar de culpar a los demás, asumir nuestra propia responsabilidad y girar hacia una actitud mental completamente diferente a la que se ha tenido.

Eliminemos juntos, esas expresiones de “Si no fuera por…”. “Si no fuera por mi padre, yo hubiera hecho…”; “Si no fuera por este Gobierno, yo estaría…”; “Si tuviera dinero…”; “Si hubiera tenido dinero mi familia hubiera sido así o asado…”; “Si me considerarán más en mi trabajo o en mis clases…”; ¡No! Nada soluciona el culpar a los demás. Si las cosas le suceden a uno, pues es en gran parte la responsabilidad de uno mismo. ASÚMELA Y TU VIDA CAMBIARÁ. Que ni qué.

3 de enero de 2011

2011: UN AÑO CON NUEVAS ASPIRACIONES

¡Qué rápido se van los días! Recuerdo claramente las compras que estaba haciendo para la cena de nochebuena como si fuese ayer y ahora hago planes para la noche del día de reyes. Sin duda alguna, el mundo no se detiene; seguimos dándole con todo a nuestras actividades rutinarias, algunos de vacaciones en las playas del país, otros trabajando arduamente para subsistir, otros estudiando para exámenes, leyendo y algunos otros como su servidor, escribiendo y haciendo planes para este nuevo año con el fin de alcanzar metas trazadas. Jean de La Fontaine, un reconocido poeta francés de por allá del siglo XVII decía que el hombre está hecho de tal manera que cuando algo enciende su alma, las imposibilidades desaparecen y en lo personal, coincido con él. ¿Cuál es la diferencia entre una vida de temor y una vida de posibilidades; entre una vida ordinaria y una vida extraordinaria? Es una diferencia bastante grande. ¿No lo creen?

No estoy generalizando pero hoy por hoy, la mayoría de las personas que conocemos queremos ser mejores personas de lo que ahora somos, queremos tener más ingresos, anhelamos tener un mejor trabajo, disfrutar de su relación con la familia, con nuestra pareja, y si todavía no tienen una, quieren tener una relación. Algunos otros quieren crecer en su relación con Dios, gozar de buena salud, hacer grandes logros, todos queremos una vida extraordinaria pero algunos no saben (o no sabemos) conseguirla. Si queremos tener una vida extraordinaria debemos, según Fontaine, seguir tres pasos clave:

Uno. Pedir y se nos dará. ¿Qué es exactamente lo que queremos? Una de las razones por las cuales solo del 3 al 5% de la población mundial sí obtiene todo lo que quiere es porque saben lo que quieren. Hemos escuchado decir “Quiero tener una mejor relación con mi pareja”, pero es algo muy general y de seguro nunca sabrán cuando tengan una relación excelente con su pareja. Debemos preguntarnos “¿Qué es una mejor relación con mi pareja?” Definan lo que quieren en su vida y obtendrán lo que buscan. La vida siempre quiere lo mejor para todos, aunque no lo crean.

Dos. Buscar y Encontrarémos. Lo que nosotros deseemos o queremos para nuestras vidas no llegará si no lo comenzamos a buscar. Tampoco llegará si lo buscamos en otro lado. Necesitamos buscar ayuda, buscar las herramientas que nos permitan vivir la vida extraordinaria. No necesitamos ni debemos reinventar la rueda porque ya alguien la inventó, lo que necesitamos es alguien que nos ayude a llegar a esa vida extraordinaria en el menor tiempo posible.

Y tres. Llamar y tocar la puerta; esta se nos abrirá. Aquí ya estamos pidiendole a Dios y a la vida lo que queremos, estamos buscando lo que necesitamos para llegar a esa vida y en este tercer paso tenemos que tomar acción, moverse, generar la vida que queremos, comprometerse y esforzarse por esa bendición. Dios y la vida misma nos abre las puertas de bronce, nosotros debemos abrir las de madera. ¿Qué puertas quieren que se les abran? ¿La puerta de las relaciones? ¿La puerta de las finanzas? Uno mismo debe tocar para que se abran.

Es tiempo de vivir la vida que uno quiere, no vivamos mas en esclavitud o mediocridad, todos nosotros hemos sido llamados a una vida de libertad, deshagámonos de los grilletes que nos mantienen atados, y corramos con los sueños que la vida dispuso en el corazón, llenémonos de pasión hoy y siempre. Descubrámos cuál es esa pasión y sigámosla, es todo lo que necesitamos para vivir una vida extraordinaria. La pasión es poderosa. El más grande Maestro que vino a la Tierra que fue un hombre apasionado, vivió una vida extraordinaria y también otros grandes hombres que han dejado huella se llegaron a conocer por su pasión. La pasión es la que nos lleva a pedir, a buscar, a aprender y es la que le abre las puertas del triunfo. Cuando nos apasionamos por la vida, por lo que hacemos, todo es tan natural, que lo ordinario se vuelve extraordinario. ¡Cuánta razón Señor Jean de La Fontaine!

5 de diciembre de 2010

UN AÑO MÁS DE VIDA: MOMENTO IDEAL PARA REFLEXIONAR POR UN INSTANTE…

Ahora que en mi vida personal termina un ciclo para empezar uno nuevo, en los últimos días a pesar de lo atareado que he estado, he reflexionado sobre muchos aspectos en torno a la vida misma y que tiene que ver con las cosas buenas o malas que le pasan a uno. Para esta reflexión me ha servido de base la manera de pensar de aquellas personas con las que vivo, comparto alegrías, tristezas, enojos y muchas otras cosas, es decir, mi familia, mis amigos, mi novia, mis maestros, etcétera. Algunas veces nos pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad uno entiende que si no superamos estas cosas nunca habríamos realizado nuestro potencial, nuestra fuerza, o el poder de nuestro corazón. Todo pasa por una razón en la vida. Siempre lo he dicho, absolutamente todo, tiene una causa, fundamento, justificación y razón de ser. Nada sucede por casualidad o por la suerte; enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de locuras, todo ocurre para probar los límites de nuestra persona y la fortaleza de la misma.

Algo que siempre he dicho es que no todo en esta vida puede ser felicidad, alegría, paz y armonía. No, por supuesto que no puede serlo siempre así. Sin estas pruebas con apariencia catastrófica la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave y lisa, sin ningún bache. Una carretera que no pone a prueba nuestras habilidades o destrezas de manejo, y por lo tanto estamos cómodos y relajados y se nos va el tiempo, que es la vida misma. La gente que uno conoce y que nos relacionamos con ellas afectan nuestras vidas; las caídas y los triunfos que uno experimenta crean la persona que somos. Inclusive se puede aprender de las malas experiencias. De hecho, creo que se aprende más de las malas experiencias. Es más, son las más significativas en nuestras vidas.

Por tanto, si alguien los hiere, los traiciona o rompe su corazón, les dan las gracias, les tienen que dar las gracias porque les han enseñado la importancia de perdonar, de dar confianza y de tener más cuidado de a quien le abren su corazón. Si alguien les ama, ámenla o ámenlo ustedes también no porque él o ella los amen, no, sino porque les han enseñado a amar y a abrir su corazón y sus ojos a las cosas pequeñas de la vida. En lo personal, déjenme decirles que yo lo vivo día a día con la mujer que amo. Es maravilloso.

Hagan que cada día cuente y aprecien cada momento, además de aprender de todo lo que puedan, porque quizás más adelante no tengan la oportunidad de aprender lo que tienen que aprender en este momento. Entablen una conversación con gente con quien no hayan dialogado nunca, pero gente importante, interesante; escúchenlos y prestenles atención. Permitámonos enamorarnos, liberarnos y poner nuestra vista en un lugar muy alto. Todo lo que se hace o no se hace en esta vida tiene consecuencias, por lo tanto en vez de que nos pasen, elijamos nosotros mismos lo que queremos que nos pase. Mantengamos nuestra cabeza en alto porque tenemos todo el derecho de hacerlo. Repitámonos a nosotros mismos que somos un individuo magnífico y creámoslo. Si no lo creemos, y si no creemos en nosotros mismos, nadie más lo hará tampoco. Creen su propia vida, encuentren lo que más les hace vibrar. Encuentren a su vida y luego, vívanla. No olviden que el Universo y la vida tienen un plan maravilloso para cada uno de nosotros, pero debemos aprender a descubrirla. Mil gracias por sus buenos deseos y felicitaciones; que Dios se los multiplique infinitamente y los bendiga a todos Ustedes para siempre.