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«No existe sabio que lo sepa todo, ni ignorante que no sepa nada».


26 de mayo de 2010

UTILIDAD DEL CURSO DE SISTEMAS JURÍDICOS

La asignatura de Sistemas Jurídicos es una materia que se imparte en el tercer semestre de la carrera de Derecho (aunque comparto la idea de que esta materia debería estar en los últimos semestres de la carrera). En mi caso personal, en mi segundo semestre decidí adelantar esta materia puesto que la consideré poco relevante, no obstante después de haberla cursado mi opinión es totalmente diferente porque ahora entiendo la importancia que tiene esta materia para hacer un estudio de Derecho comparado y además comprender la naturaleza y origen de nuestras instituciones jurídicas de nuestro sistema.

A lo largo de este semestre conocí un "nuevo" modelo de enseñanza en esta materia, el cual no me convenció del todo pero que en alguna medida logré entender que el sistema tradicional tiene ya algunas deficiencias y es importante implementar métodos y estrategias nuevas, diferentes e innovadoras que nos conduzcan a tener mejores resultados. Concretamente en esta materia, creo que el método es importante, porque podemos aplicarlo en muchas otras materias, pero yo no sólo me remitiría a eso, sino que el resultado va de la mano con el método.

Ahora bien, considero que las exposiciones que realizamos en este curso no fueron muy útiles, al mismo tiempo de que faltaron incentivos para que tuviésemos más interés en la clase. Las películas, en lo personal, fueron una buena idea pero hizo falta tiempo y condiciones apropiadas para verlas, es decir, algún audiotorio reducido o algún salón con los dispositivos instalados. Me resultó también adecuado el uso de herramientas tecnológicas como el Blog y las redes sociales, pues creo que es indispensable tener contacto con la tecnología y aprender a usarla correctamente.

En conclusión, al haber terminado este curso me siento contento porque me di cuenta de que no fue tiempo perdido pues tuve la oportunidad de aprender nuevas cosas a lo largo del semestre y en cierta medida reflexioné que lo que aprendamos o no, de ninguna recae exclusivamente en el profesor, sino en nuestro propio compromiso con nostros mismos y con la Facultad de Derecho.

22 de mayo de 2010

EL VALOR AGREGADO DE LA SINCERIDAD

La sinceridad no es algo que debemos esperar de los demás, es un valor que debemos vivir para tener amigos, para ser dignos de confianza. Para ser sinceros debemos procurar decir siempre la verdad, esto parece muy sencillo, pero muchas veces cuesta más de lo que se cree. Se utilizan las ‘’mentiras piadosas’’ para ocultar cualquier cosa que para nosotros es una tontería, pero que en realidad a la persona que mientes haces daño, y esta pequeña mentira que en un principio nos es nada se va haciendo más y más grande hasta que la verdad se acaba sabiendo y sorprendiendo a quien mientes.

La sinceridad no sólo se ve en las palabras, sino que también se demuestra por medio de nuestras actitudes. Cuando se aparenta lo que no somos (en la edad, trabajo, amistad…) se tiende a aparentar lo que no se es (más joven, inteligente, educados…) Si se descubre la gran mentira que nos han hecho creer se nos viene a la memoria el refrán: ‘’Dime de que presumes… y te diré de que careces’’ y entonces se produce una gran desilusión ya que se pierden las esperanzas de lo que la persona no es en realidad.

También indicar que ‘’decir’’ siempre la verdad con palabras es una parte de la sinceridad, pero también hay que ‘’actuar’’ acorde con la verdad. Para ser sincero se necesita tener mucho ‘’tacto’’ y esto significa que cuando debemos decirle a una persona la verdad de lo que pensamos y esta verdad la incomoda debemos utilizar las palabras, las expresiones correctas ya que el primer propósito es ‘’ayudar’’ a esa persona, y esto es necesario para que la persona escuché y vea que lo que se la dice va con buenas intenciones y sin ánimo de ofenderla.

La sinceridad también requiere valor ya que a la hora de decir la verdad a un amigo o a una amiga por ejemplo, el no decir la verdad no se puede justificar con no decirlo con el perder una buena amistad o por el concepto que se tiene de la persona. La persona sincera siempre dice la verdad, en todo momento, aunque le cueste, sin temor al qué dirán. Ya que vernos sorprendidos mientras mentimos es más vergonzoso aún.

Al ser sinceros aseguramos nuestras amistades, somos más honestos con los demás y a la vez con nosotros mismos, convirtiéndonos en personas dignas de confianza por la autenticidad que hay en nuestra forma de comportarnos y nuestras palabras. A medida que nos vamos haciendo más mayores, la sinceridad debe ir en aumento y debe convertirse en un elemento básico para vivir nuestra vida con auténtica plenitud y sinceridad.

LA HISTORIA DEL PERRO FIEL...

Había una vez na pareja joven que tenía varios años de matrimonio y no podía tener hijos. Para no sentirse solos, decidieron comprar un cachorro pastor alemán y lo amaron como si fuera su propio hijo. El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso perro; salvó en más de una ocasión a la pareja, de ser atacada por ladrones. Siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro. Luego de siete años de tener al perro, la pareja logró tener al hijo que tanto ansiaban. Estaban muy contentos con su nuevo hijo y disminuyeron las atenciones que tenían con el perro. Este se sintió olvidado y comenzó a sentir celos del bebé, y ya no era tan cariñoso como antes.

Un día la pareja dejó al bebé plácidamente durmiendo en la cuna y fue a la terraza a preparar una carne asada. Cuál no sería su sorpresa que al regresar al cuarto del bebé vio al perro en el pasillo, con el hocico ensangrentado y moviendo la cola. El joven pensó lo peor, sacó un arma de un cajón y sin pensarlo mató al perro. Rápidamente corrió al cuarto del bebé, quien dormía tranquilamente y junto a la cuna encontró una gran serpiente degollada. El joven comenzó a llorar y exclamó: ¡He matado a mi perro fiel!

Esta historia nos deja una gran lección en cuanto se refiere a los prejuicios que muchas veces se tienen frente a las personas que nos rodean o a las cosas mismas. En ese sentido creo que la actitud es lo que va a decidir quienes somos actualmente en esta vida y como vamos a hacer las cosas en esta vida.