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«No existe sabio que lo sepa todo, ni ignorante que no sepa nada».


20 de mayo de 2011

LA INEXISTENCIA DEL FRÍO, DE LA OSCURIDAD Y DEL MAL

Quiero contarles una historia que supongo que la gran mayoría de nosotros hemos escuchado o leído y, como es una historia que me gusta mucho, quiero compartírselas por este medio, pues hay quienes la cuentan muy a medias o ni la cuentan bien y el día de hoy me ha dado por compartirla aquí en el Blog.

Un buen día un profesor universitario retó a sus alumnos con esta pregunta: ¿Dios creó todo lo que existe? Y un estudiante se atrevió a contestar valientemente: Sí, sí lo hizo, profesor. ¿Dios creó todo? –Preguntó el profesor. Sí señor, –respondió el joven. Si Dios creó todo, entonces Dios hizo el mal, pues el mal existe y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo, –dijo aquel profesor de esa universidad que se recataba de ser muy estudiado y por supuesto ateo.

El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más la superioridad de sus conocimientos y que la fe cristiana era un mito. Otro estudiante levantó su mano y dijo: ¿Puedo hacer una pregunta, profesor?

Por supuesto, –respondió el profesor. El joven se puso de pie y preguntó: ¿Profesor, existe el frío?, el profesor preguntó: ¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe el frío, ¿acaso usted no ha tenido frío? El joven estudiante respondió: De hecho, señor, el frío no existe. Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor.

El joven continuó preguntándole al Maestro: Profesor, ¿existe la oscuridad? El profesor respondió: Por supuesto que existe la oscuridad. El estudiante contestó: Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe. La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuán oscuro está un espacio determinado? Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay luz presente.

Finalmente, el joven le preguntó al profesor: Por último Señor, ¿para usted existe el mal? El profesor respondió: Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo. Esas cosas son del mal, por lo tanto son de Dios, si es que ustedes creen que Dios creó todo. A lo que el estudiante respondió: “El mal no existe, señor, o al menos no por sí mismo. El mal es simplemente ausencia de amor, al igual que en los casos anteriores un término que el hombre ha creado para describir la ausencia de Dios. Dios no creó el mal, no es como la fe o el amor, que existen como el calor y la luz; el mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente. Luego de esto, el profesor asentando la cabeza se quedó callado y le dijo a aquél joven: ¿Cuál es su nombre? Y aquel joven contestó: Mi nombre es Albert Einstein, señor. ¡Qué maravilla, amigos! Díganme si no.

10 de mayo de 2011

LA IMAGEN DE MAMÁ

¿Alguna vez se han preguntado qué significa ser "Madre"? Habrá quienes crean que es una tarea sencilla y otros pensarémos lo contrario; el día de hoy me he servido a escribir un par de líneas reflexionando al respecto y quiero decir que ser Madre o mamá, no es el adjetivo que se le da a las "hembras que han parido", definición que deja mucho que decir del DRAE. Ser mamá es muchísimo más que eso, ser mamá es enseñar principios, saber poner límites, saber educar y engendrar, criar y crear a un ser humano, pero un ser humano es aquel que tiene valores, un ser humano es aquel que viene a aportar algo a la vida y es un ser que viene sobre todo a recibir amor y que viene a engendrar a su vez amor.

Es una gran responsabilidad para las Mamás, mis amigos; conozco a muchas que fueron mamás o por descuido o por "moda" y están creando a otros seres humanos, que después nos quejamos de por qué está así la Nación o por qué está la situación de nuestro país, en  fin... Todo comienza en casa y quizás la autoridad emocional y sobre todo referente a los valores que un ser humano puede llegar a tener es la Madre, y aparte de tener toda la gratitud todos los seres humanos que nacemos de ella, ésta tiene una enorme responsabilidad, la de hacer crecer su espíritu, su intelecto y de poderlo transmitir, aportar y compartirlo a todos los seres humanos.

Todos los seres humanos lo que estamos buscando en la vida en las relaciones con las personas, en los empleos, en las satisfacciones, en cualquier ámbito de nuestra vida, lo único que buscamos paradójicamente es volver a tener la plenitud, la paz, el amor, la sensación que teníamos que cuando estábamos en el útero de nuestra Madre; toda nuestra vida es para volver a llegar a sentir esa plenitud que teníamos estando dentro de nuestra Madre.

Y cuando estábamos a punto de llegar al planeta Tierra, nosotros decidimos en qué familia queríamos nacer, en qué país y en qué época venir a este planeta; nosotros escogimos a nuestras Mamás, porque era lo que más se ajustaba a lo que teníamos que aprender. Y digo esto porque hay una leyenda que les quiero contar de un pequeño ser que estaba todavía en el Cielo (o en alguna otra dimensión) como todos nosotros nos encontramos antes de venir a esta dimensión.

Cuando Dios lo llamó, le encomendó una misión al pequeño, con dulce voz le dijo: "Tendrás que ya nacer y llegar a la Tierra como todos los demás seres humanos. Serás primero un pequeño niño y crecerás hasta llegar a ser un hombre." Espantado aquel ser, pregunto: "Pero Señor, ¿cómo le voy a hacer para vivir tan pequeño e indefenso? ¿Quién  me va a cuidar?" Entre muchos ángeles escogí uno para ti que está esperando y te va a cuidar, le dijo Dios. Pero dime, aquí en el Cielo no hago más que cantar y sonreir, eso me gusta, para ser feliz en esta dimensión no tengo cuerpo, me puedo mover a donde quiera, puedo volar, puedo ser feliz... No te preocupes, tu Ángel te va a cantar, te va a sonreir todos los días, tú sentirás su amor y serás inmensamente feliz, le dijo Dios al pequeño.

¿Cómo voy a entender lo que la gente habla si no conozco el idioma de esos seres?, preguntó aquel ser. Tu Ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que podrás escuchar y con mucha paciencia y cariño te va a enseñar a hablar. Pero he escuchado que en la Tierra hay personas malas, ¿quién me va a defender cuando sea indefenso?, preguntó el pequeño. Tu Ángel te defenderá de todo peligro a costa de su propia vida. Ya no te voy a ver más, dijo tristemente aquel ser.  Tu Ángel te hablará de mí, al menos esa es su misión y te enseñará el camino para que regreses aquí, aunque yo siempre estaré a tu lado durante todo el tiempo que estés entre los humanos. Aquél ser, comenzó a escuchar voces que venían de la Tierra y atemorizado y con lágrimas en los ojos dijo: "Dios mío, dime por lo menos el nombre de ese Ángel que me va a cuidar." Dios, dijo: "su nombre no importa, tú le dirás Mamá". Esta leyenda, cómo me gusta leerla y compartirla con Ustedes.

Y lo que decimos los seres humanos en distintas edades respecto a nuestras Madres es lo siguiente:

A los 4 años: "¡Mi Mamá puede hacer cualquier cosa!"
A los 8 años: "¡Mi Mamá sabe mucho! ¡Muchísimo!"
A los 12 años: "Mi mamá realmente no lo sabe todo."
A los 14 años: "Naturalmente, mi madre no tiene ni idea sobre esto..."
A los 16 años: "¿Mi madre? Pero ¿qué sabrá ella?"
A los 18 años: "¿Esa vieja? ¡Pero si se crió con los Dinosaurios!..."
A los 25 años: "Bueno, puede que Mamá sepa algo del tema..."
A los 35 años: "Antes de decidir, me gustaría saber la opinión de Mamá."
A los 45 años: "Seguro que mi Madre me puede orientar"
A los 55 años: "Qué hubiera hecho mi Madre en mi lugar?"
A los 65 años: "¡Ojalá pudiera hablar de esto con mi Mamá!"

La Imagen de Mamá, mis amigos. Nuestras Madres son  personas que nos aman de verdad y de corazón, en estas líneas mostré una realidad que poseemos todos nosotros, algunos tal vez hemos sido despiadados en todos los sentidos con ellas, es por ello que los invito a que tengamos estos valores y aprovechar nuestra gratitud hacia ellas. Nuestras Mamás son las mejores en este mundo, Dios las bendiga en abundancia. Sean felices.