¿Alguna vez se han preguntado qué significa ser "Madre"? Habrá quienes crean que es una tarea sencilla y otros pensarémos lo contrario; el día de hoy me he servido a escribir un par de líneas reflexionando al respecto y quiero decir que ser Madre o mamá, no es el adjetivo que se le da a las "hembras que han parido", definición que deja mucho que decir del DRAE. Ser mamá es muchísimo más que eso, ser mamá es enseñar principios, saber poner límites, saber educar y engendrar, criar y crear a un ser humano, pero un ser humano es aquel que tiene valores, un ser humano es aquel que viene a aportar algo a la vida y es un ser que viene sobre todo a recibir amor y que viene a engendrar a su vez amor.
Es una gran responsabilidad para las Mamás, mis amigos; conozco a muchas que fueron mamás o por descuido o por "moda" y están creando a otros seres humanos, que después nos quejamos de por qué está así la Nación o por qué está la situación de nuestro país, en fin... Todo comienza en casa y quizás la autoridad emocional y sobre todo referente a los valores que un ser humano puede llegar a tener es la Madre, y aparte de tener toda la gratitud todos los seres humanos que nacemos de ella, ésta tiene una enorme responsabilidad, la de hacer crecer su espíritu, su intelecto y de poderlo transmitir, aportar y compartirlo a todos los seres humanos.
Todos los seres humanos lo que estamos buscando en la vida en las relaciones con las personas, en los empleos, en las satisfacciones, en cualquier ámbito de nuestra vida, lo único que buscamos paradójicamente es volver a tener la plenitud, la paz, el amor, la sensación que teníamos que cuando estábamos en el útero de nuestra Madre; toda nuestra vida es para volver a llegar a sentir esa plenitud que teníamos estando dentro de nuestra Madre.
Y cuando estábamos a punto de llegar al planeta Tierra, nosotros decidimos en qué familia queríamos nacer, en qué país y en qué época venir a este planeta; nosotros escogimos a nuestras Mamás, porque era lo que más se ajustaba a lo que teníamos que aprender. Y digo esto porque hay una leyenda que les quiero contar de un pequeño ser que estaba todavía en el Cielo (o en alguna otra dimensión) como todos nosotros nos encontramos antes de venir a esta dimensión.
Cuando Dios lo llamó, le encomendó una misión al pequeño, con dulce voz le dijo: "Tendrás que ya nacer y llegar a la Tierra como todos los demás seres humanos. Serás primero un pequeño niño y crecerás hasta llegar a ser un hombre." Espantado aquel ser, pregunto: "Pero Señor, ¿cómo le voy a hacer para vivir tan pequeño e indefenso? ¿Quién me va a cuidar?" Entre muchos ángeles escogí uno para ti que está esperando y te va a cuidar, le dijo Dios. Pero dime, aquí en el Cielo no hago más que cantar y sonreir, eso me gusta, para ser feliz en esta dimensión no tengo cuerpo, me puedo mover a donde quiera, puedo volar, puedo ser feliz... No te preocupes, tu Ángel te va a cantar, te va a sonreir todos los días, tú sentirás su amor y serás inmensamente feliz, le dijo Dios al pequeño.
¿Cómo voy a entender lo que la gente habla si no conozco el idioma de esos seres?, preguntó aquel ser. Tu Ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que podrás escuchar y con mucha paciencia y cariño te va a enseñar a hablar. Pero he escuchado que en la Tierra hay personas malas, ¿quién me va a defender cuando sea indefenso?, preguntó el pequeño. Tu Ángel te defenderá de todo peligro a costa de su propia vida. Ya no te voy a ver más, dijo tristemente aquel ser. Tu Ángel te hablará de mí, al menos esa es su misión y te enseñará el camino para que regreses aquí, aunque yo siempre estaré a tu lado durante todo el tiempo que estés entre los humanos. Aquél ser, comenzó a escuchar voces que venían de la Tierra y atemorizado y con lágrimas en los ojos dijo: "Dios mío, dime por lo menos el nombre de ese Ángel que me va a cuidar." Dios, dijo: "su nombre no importa, tú le dirás Mamá". Esta leyenda, cómo me gusta leerla y compartirla con Ustedes.
Y lo que decimos los seres humanos en distintas edades respecto a nuestras Madres es lo siguiente:
A los 4 años: "¡Mi Mamá puede hacer cualquier cosa!"
A los 8 años: "¡Mi Mamá sabe mucho! ¡Muchísimo!"
A los 12 años: "Mi mamá realmente no lo sabe todo."
A los 14 años: "Naturalmente, mi madre no tiene ni idea sobre esto..."
A los 16 años: "¿Mi madre? Pero ¿qué sabrá ella?"
A los 18 años: "¿Esa vieja? ¡Pero si se crió con los Dinosaurios!..."
A los 25 años: "Bueno, puede que Mamá sepa algo del tema..."
A los 35 años: "Antes de decidir, me gustaría saber la opinión de Mamá."
A los 45 años: "Seguro que mi Madre me puede orientar"
A los 55 años: "Qué hubiera hecho mi Madre en mi lugar?"
A los 65 años: "¡Ojalá pudiera hablar de esto con mi Mamá!"
La Imagen de Mamá, mis amigos. Nuestras Madres son personas que nos aman de verdad y de corazón, en estas líneas mostré una realidad que poseemos todos nosotros, algunos tal vez hemos sido despiadados en todos los sentidos con ellas, es por ello que los invito a que tengamos estos valores y aprovechar nuestra gratitud hacia ellas. Nuestras Mamás son las mejores en este mundo, Dios las bendiga en abundancia. Sean felices.