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«No existe sabio que lo sepa todo, ni ignorante que no sepa nada».


26 de marzo de 2011

EL CORAJE EN TIEMPOS DE CRISIS

Muchos de nosotros al ignorar el significado de una palabra, acudimos en primer lugar o como mínimo a un diccionario. Eso es bueno, para aquellos que lo hacen. Partiendo de esta idea, ¿ustedes han escuchado a qué se refiere la palabra “coraje”? Sin hacer caso omiso a la sugerencia que les planteé al comienzo de esta reflexión, usted mi querido lector, la encontrará en el diccionario como la impetuosa decisión y esfuerzo del ánimo o del valor. Bien podrá también encontrarlo como sinónimo de irritación o de la ira misma. Perfecto, ya les ahorré esta tarea. Ahora bien ¿se quedarían conformes con esta insuficiente definición? La respuesta es “depende”, ya que cada uno tendrá una manera peculiar de interpretar dicha palabra o bien la enriquecerá con algún conocimiento previo que cada uno posee.

Yo he recaldado incansablemente que no soy dueño de ninguna verdad y en virtud de vivir en un Estado de Derecho que reconoce la libertad de expresión, me atrevo a ejercerlo asumiendo las consecuencias que ello implica (sin restringir otro Derecho Fundamental, diría el joven M. Carbonell), lo que significa que lo que leerán en las siguientes líneas no es más que la perspectiva y óptica de un humilde servidor acerca del coraje, pero entiéndase que no me remito al coraje como el berrinche que uno hace cuando alguien se nos cierra en un semáforo o no nos deja pasar. No, eso es berrinche y viene del ego. Al coraje al cual me refiero es el coraje de un león, es el coraje para poder sacar algo fundamental en nuestra vida que es el mismo valor. Es el coraje para enfrentarse a las adversidades, para poder sobrevivir, el que todo ser humano tiene que mostrar en algún momento determinado de su vida para poder saltar o vencer los obstáculos.

Lo que ocurre en Libia y países colindantes así como en Japón y los otros países orientales son aparentemene un conjunto de situaciones trágicas y realmente muy tristes, pero yo me atrevo a sostener que eso que acontece es una prueba enorme que la vida les ha puesto a estos seres humanos. Siempre he creído que las piedras más pesadas se han hecho para que las resistan las pesonas más fuertes y por tanto considero que las crisis no son malas, en lo absoluto. La vida, como les digo, nos va poniendo pruebas para demostrar el carácter, sobre todo el coraje, como alguna vez Albert Einstein dijo en una etapa de crisis. Este hombre le habla al pueblo alemán después de que ellos no tenían absolutamente nada de comer y luego del exhilio al que tuvo que ir nuestro amigo por ser judío y regresar a su pueblo destrozado y literal dijo así:

“No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y a países porque la crisis trae progreso y coraje en sí; la creatividad nace de la angustia, el coraje nace de la angustia así como el día nace de la noche más obscura. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado, quien le atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. Quien le atribuye a las crisis toda su mala suerte o su mala fortuna le está dando más poder a todo lo que es problema que a su coraje y poder interno. La verdadera crisis en los países es la que se conoce como ‘pereza’ para encontrar salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos no hay coraje y sin éste la vida es una lenta agonía. Sin crisis todo viento será caricia; hablar de crisis es promoverla y callar en la crisis es exhaltar el conformismo. En vez de esto, tengamos coraje, acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no luchar por superarla.” ¡Cuánta razón Señor Einstein! Completamente de acuerdo.

14 de marzo de 2011

LA FÓRMULA QUE NOS CONDUCE DE LA AUTOSUPERACIÓN A LA GENIALIDAD

Hay muchas cosas que podemos olvidar, definitivamente no tenemos enormes cerebros que nos permitan almacenar tanta información que se supone, no deberíamos olvidar. Hay algunos que olvidamos tales o cuales cosas como el cumpleaños de un amigo, el número telefónico de alguien, los nombres de las personas o lugares… en fin. Si les contara que conozco a personas que se les olvida comer o vestirse. Pero algunos dirán qué tiene que ver con el aprendizaje de los seres humanos, plantearán teorías e incluso, siempre habrá quien pretenda llevarme la contra en esto que les digo, nunca faltan. Sin embargo, comienzo hablando de esto porque a mi respectiva consideración, hay al menos un par de cosas que no podemos olvidar y es precisamente nuestros valores y principios morales, que si bien algunos no olvidamos como tal, sí los hacemos a un lado, lo que nos convierte en bestias. Y me disculpo con Usted Señor León o usted Señor Elefante que se encuentra en el zoológico porque ustedes pudiendo llamarse bestias, son más respetuosos muchas veces que los hombres que no tienen valores. Los animales respetan territorios, respetan jerarquías, respetan vida, cazan y matan por instinto animal, por supervivencia y para alimentarse, no como los hombres (y las mujeres) que al perder sus valores no respetan ni eso. Pero en fin, mis amigos, quiero hablarles de cómo la autosuperación nos conduce a la genialidad.

La genialidad no es patrimonio de una raza exclusiva de personas. Estamos de acuerdo hasta aquí. ¿Se han preguntado de aquellas personas que han triunfado plenamente en sus vidas, si su espectacular éxito en su entorno es simplemente el producto de un don natural, i.e., que se haya nacido con eso? Rotundamente No. En el momento que puedan, deténganse a pensar por un par de minutos en todo individuo que conozcan (no necesariamente en persona) cuya existencia haya dejado o lo esté haciendo ahora, una huella importante, gente reconocida por un gran número de personas y que hayan aportado magníficas cosas a la humanidad. En este momento me vienen a la mente varios nombres, entre ellos, filósofos, juristas, reyes, deportistas talentosos, escritores e incluso algunos profesores que he tenido el gusto de conocer en la Facultad de Derecho de la UNAM. Pues estas personas han escogido lo que la naturaleza misma les ha dado y le han aplicado una fórmula que en mayor o menor medida ha variado un poco, pero gente como Michael Jordan, v. gr., ha llevado a la práctica.

La fórmula de la que les hablo es más o menos la siguiente: DEDICACIÓN + MEJORA DIARIA + TIEMPO = GENIALIDAD. El secreto no es pretender ser bueno en todo, como un deportista no desea ser bueno en natación, baloncesto, futbol y al mismo tiempo en el boxeo. No se trata de dispersar nuestra concentración, simplemente uno tiene que dedicarse en cuerpo y alma en aquello a lo que hemos decidido ser en la vida. Por citar un ejemplo, Thomas Alva Edison registró el increíble total de 1093 patentes a lo largo de su vida, inventó la bombilla eléctrica y el fonógrafo; en algún momento de su vida un profesor que tuvo a lo largo de su formación sostenía que era de lento aprendizaje, que no escuchaba, que no hacía caso. Edison no trató de ser un gran poeta, o un gran comerciante ni nada de eso. Se concentró en sus inventos, tuvo autosuperación, mejoró día tras día y dejo que el tiempo fuera obrando su magia.

En relación a esto, quiero compartirles la anéctoda de un señor que se llamó Pablo Picasso, que seguramente todos hemos oído hablar de este reconocido pintor y escultor español. Un día una mujer lo reconoció en la calle, en un mercado de Barcelona y sacó una hoja de papel. Se acercó a él y le dijo: Señor Picasso –muy emocinada– soy una gran admiradora suya, por favor ¿no podría hacerme un autógrafo aquí? Picasso aceptó de buena gana y en un abrir y cerrar de ojos dibujó una pequeña obra de arte en el papel. Sonrió y le entregó la hoja a la mujer diciéndole: son un millón de dólares, señora. ¡¿Qué cosa?! Señor Picasso, es usted un irresponsable. ¿Así trata a sus fanáticos? ¿Cuánto se cree usted? Yo pensé que era una persona humilde. ¿Cómo me puede estar cobrando un millón de dólares? –Respondió la contrariada mujer–. Si no ha tardado ni un minuto en dibujar esto, ¿quién se cree para cobrarme así? Mi buena señora –rió Picasso–, me ha costado el esfuerzo de treinta años poder pintar este garabato en tan sólo treinta segundos. DEDICACIÓN + MEJORA DIARIA + TIEMPO = GENIALIDAD. Comprendan, amigos míos, el alcance de esta fórmula y les aseguro que sus vidas no volverán a ser las mismas. Me cae.

5 de marzo de 2011

LA RESPONSABILIDAD

Y luego de ya haber pasado casi un mes sin escribirles, hoy quisiera plantearles una pregunta interesante: ¿Cuál es la responsabilidad más grande que puede tener un ser humano? ¿Se lo han preguntado, a caso? Pues la responsabilidad de saber que todos y cada uno de nosotros somos los únicos dueños de lo que sucede en nuestra vida, de lo que hayamos logrado o no lo hayamos logrado, de aquellas cosas que nos llegan a suceder en la vida, somos los únicos responsables. Y les escribo esto a colación de ciertas conclusiones a las que he llegado a raíz de haber reflexionado en los últimos días, concretamente este fin de semana.

La responsabilidad significa despertar, implica darse cuenta de que en nuestras manos está aquello que buscamos. Responsabilidad significa dejar de culpar a todo y a todos por las cosas que nos suceden, así nos hayan sucedido cuando eramos niños o nos hayan maltratado o nos hayan hecho lo que nos hayan hecho cuando éramos niños, adolescentes o en cualquier momento. La única responsabilidad que tenemos es para con nosotros mismos y saber que no podemos culpar a las situaciones, a las cosas y a las personas por aquello que nos sucede. Porque la única manera de salir adelante en esta vida no es culpar a los demás de lo que nos está sucediendo. Nosotros somos los arquitectos de nuestra vida y si esta no nos ha sido tan favorable hasta ahora, el futuro puede cambiar y depende especialmente de uno mismo. Si se ha tenido muchos fracasos, déjenme decirles que están en una excelente posición para comenzar una nueva vida. Si, desde tu punto de vista, eres fracasado, eres experto en conocer cómo no deben hacerse las cosas. ¿No creen?

Cuando se sabe qué es lo errado, no lo repetiremos en el futuro y nos acercaremos más a aquellos que anhelamos alcanzar. Por eso no esperemos al momento ideal. Es más, desde el instante en que terminen de leer esto que les comparto, sus vidas pueden tomar uno de dos rumbos: el triunfo o el fracaso, la felicidad o la infelicidad; es al final de cuentas su decisión de tomar uno u otro sendero, la forma de hacerlo es dejar de culpar a los demás, asumir nuestra propia responsabilidad y girar hacia una actitud mental completamente diferente a la que se ha tenido.

Eliminemos juntos, esas expresiones de “Si no fuera por…”. “Si no fuera por mi padre, yo hubiera hecho…”; “Si no fuera por este Gobierno, yo estaría…”; “Si tuviera dinero…”; “Si hubiera tenido dinero mi familia hubiera sido así o asado…”; “Si me considerarán más en mi trabajo o en mis clases…”; ¡No! Nada soluciona el culpar a los demás. Si las cosas le suceden a uno, pues es en gran parte la responsabilidad de uno mismo. ASÚMELA Y TU VIDA CAMBIARÁ. Que ni qué.