En ocasiones hemos escuchado la expresión “libre albedrío” y suele haber personas que la utilizan sin saber a qué se están refiriendo. Pero al final de cuentas es el poder de decisión porque uno puede decidir a qué le hace más caso. Ustedes se pueden clavar horas, días, semanas, meses, años en prestarle atención al rencor, a las noticias negativas, al miedo y a muchos otros factores como la tristeza o la depresión como el preguntarse ‘¿por qué me paso esto a mí?’ y mientras más tiempo se pasen pensando y sintiendo todas y cada una de las cosas que no les gustan o les dan miedo, más situaciones iguales a esa que supuestamente ustedes no quieren que les pasen y se preguntan por qué les pasan o les han pasado, más cosas iguales les van a suceder. Por eso un milagro significa cambio radical que hay en sus corazones, en sus mentes y cambian su manera de pensar y de sentir para que comienzen a suceder todas y cada una de las cosas que les están pasando. Pero todo eso está en función de un trabajo propio y consciente de elegir en qué se quiere pensar, elegir en qué se quiere gastar la mayor parte del tiempo y de la energía de uno mismo.
Alfredo Cuervo Barrero, un escritor muy bueno, escribió algo relacionado con esto que les platico que hablando precisamente del libre albedrío y de lo importante que es saber decidir lo que uno tiene que escoger. El decía que queda prohibido llorar sin aprender, levantarte un día sin saber que hacer, tener miedo a tus recuerdos, sentirte sólo alguna vez. Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños. Queda prohibido no demostrar tu propio amor, hacer que alguien pague tus deudas y tu mal humor, inventarte cosas que nunca ocurrieron, recordarte sólo cuando no tienes a alguien acordarte de esa persona. Queda prohibido dejar a nuestros amigos, ni intentar comprender lo que vivimos juntos, llamarles solo cuando los necesitamos, no ver que también nosotros somos distintos.
Queda prohibido no ser ‘yo’ ante la gente, fingir ante las personas que no me importan, hacerme el gracioso con tal de que te recuerden, olvidar a todos aquellos que me quieren. Queda prohibido no hacer las cosas por uno mismo, no creer en Dios y hayar mi destino, tener miedo a la vida y a sus castigos, no vivir cada día como si fuera un último suspiro. Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarse, odiar los momentos que nos hacen quererla o quererlo, olvidar sus ojos, su risa, todo porque sus caminos han dejado de abrazarse. Que prohibido olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente. Queda prohibido no intentar comprender a las personas, pensar que sus vidas valen mas que la nuestra, no saber que cada uno tiene su camino y su dicha; sentir que con su falta el mundo se termina
Queda prohibido no crear nuestra historia, dejar de dar las gracias a nuestras familias por nuestras vidas, no tener un momento para que la gente que nos necesita pueda vernos, no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita. Queda prohibido no buscar nuestra felicidad, no vivir nuestra vida con una actitud positiva, no pensar en que podemos ser mejores, no sentir que sin tal o cual persona este mundo no sería igual. Pero como todo libre albedrío uno es quien decide, no hay más.
Alfredo Cuervo Barrero, un escritor muy bueno, escribió algo relacionado con esto que les platico que hablando precisamente del libre albedrío y de lo importante que es saber decidir lo que uno tiene que escoger. El decía que queda prohibido llorar sin aprender, levantarte un día sin saber que hacer, tener miedo a tus recuerdos, sentirte sólo alguna vez. Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños. Queda prohibido no demostrar tu propio amor, hacer que alguien pague tus deudas y tu mal humor, inventarte cosas que nunca ocurrieron, recordarte sólo cuando no tienes a alguien acordarte de esa persona. Queda prohibido dejar a nuestros amigos, ni intentar comprender lo que vivimos juntos, llamarles solo cuando los necesitamos, no ver que también nosotros somos distintos.
Queda prohibido no ser ‘yo’ ante la gente, fingir ante las personas que no me importan, hacerme el gracioso con tal de que te recuerden, olvidar a todos aquellos que me quieren. Queda prohibido no hacer las cosas por uno mismo, no creer en Dios y hayar mi destino, tener miedo a la vida y a sus castigos, no vivir cada día como si fuera un último suspiro. Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarse, odiar los momentos que nos hacen quererla o quererlo, olvidar sus ojos, su risa, todo porque sus caminos han dejado de abrazarse. Que prohibido olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente. Queda prohibido no intentar comprender a las personas, pensar que sus vidas valen mas que la nuestra, no saber que cada uno tiene su camino y su dicha; sentir que con su falta el mundo se termina
Queda prohibido no crear nuestra historia, dejar de dar las gracias a nuestras familias por nuestras vidas, no tener un momento para que la gente que nos necesita pueda vernos, no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita. Queda prohibido no buscar nuestra felicidad, no vivir nuestra vida con una actitud positiva, no pensar en que podemos ser mejores, no sentir que sin tal o cual persona este mundo no sería igual. Pero como todo libre albedrío uno es quien decide, no hay más.