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«No existe sabio que lo sepa todo, ni ignorante que no sepa nada».


10 de julio de 2015

Búscate una loca, porque te querrá con locura

Búscate una loca, de las de remate.

De las que cuando piensas que ya no puede hacer algo más estúpido, va y te sorprende con algo inesperado.

Busca una chica que se ría a carcajadas, sin importarle donde se encuentra o quien tenga alrededor.

Esa que te cuente chistes malos y haga bromas tontas sin que puedas evitar reírte y no sepas el porqué.

Que cante por la calle con la música de algún coche e intente que tu también lo hagas. Que baile bajo la lluvia sin preocuparse por su peinado.

Búscate una pesada, de las que juegan con tus puntos débiles o manías sabiendo que consiguen desquiciarte, provocando en ti una ganas locas de ahogarla, pero con abrazos.

Busca una irracional, humilde, sencilla y directa. Que llore, que grite, que tenga carácter. Que te monte "numeritos" pero los compense con muy buenas escenas.

Que no sepas como va a reaccionar, que tenga múltiples personalidades y consiga enamorarte con cada una de ellas. Y que solamente puedas hacerla callar con besos.

Esa chica que hará todo lo posible por sacarte una sonrisa en los momentos más duros, que te dará la mano y no te soltará hasta que esté completamente segura de que no pierdes el equilibrio.

La que no haga falta que te diga nada, porque con la mirada te lo dirá todo. Que te entregará todo desde el minuto uno sin pedir nada a cambio.

Búscate una chica con la que pierdas la noción del tiempo y del espacio, porque con ella sabes que estás en casa.


24 de junio de 2015

El arte de saber hacerse el bruto

Mi mamá me decía con frecuencia que yo iba salir adelante no por inteligente, sino por bruto. Esta afirmación que entonces me ofendía, con el tiempo me ha llegado a parecer sabia y útil. Ahora me doy cuenta de lo importante que es saber hacerse el bruto.

Por ejemplo:

Si un pariente cercano me dice una indirecta para ofenderme, me hago el bruto que no entiende y así no le doy el gusto de amargarme la vida.

Si quiero aprender algo que me cuesta trabajo, me hago el bruto, no sucumbo a la impaciencia de los demás y sigo intentando hasta lograrlo.

Si mi compañero de trabajo o mi superior permanecen irritados la mayor parte del tiempo, no pienso que es conmigo o por mí, sino que me hago el bruto y me digo: "Debe ser que le duele una muela" y de esa manera me hago inmune al contagio de ese dolor.

Cuando dicen "no" a mi objetivo, me hago el bruto y entiendo "todavía no" y así me permito seguir buscando formas de conseguirlo.

Si algo que intento cien veces no me resulta como quiero, no me tildo de bruto por no haberlo logrado, sino que pienso en lo bruto que sería si desistiera después de tanto esfuerzo.

Cuando estoy hablando por teléfono con alguien de quien necesito un servicio o información y la persona sube el tono de voz más de lo necesario y vocaliza cada palabra exageradamente, tal como si dijera: "No sea bruto, ¿acaso no entiende lo que le estoy diciendo?" Decido entonces respirar profundamente, contestarle pausadamente y con calidez, dándole las gracias por su paciencia con mi falta de entendimiento...

Esto funciona como magia la mayoría de las veces para cambiar las mareas a mi favor.

25 de mayo de 2015

Lo que sabe de las mujeres... Un poeta

Lo que sé de las mujeres es que con ellas nunca se sabe.

Lo que sé de las mujeres es que una pareja nunca se puede estar seguro de cuántos son.

Lo que sé de las mujeres es que un clavo saca otro clavo.

Lo que sé de las mujeres es que cuando tú tienes la última palabra ellas tienen todas las demás.

Lo que sé de las mujeres es que borrarlas de tu vida te deja una tachadura.

Lo que sé de las mujeres es que hay que tener cuidado con lo que no les dices.

Lo que sé de las mujeres es que es mejor no haberlas conocido que tenerlas que olvidar.

Lo que sé de las mujeres es que la vida es demasiado corta como para no perderla con ellas.

Lo que sé de las mujeres es que son a la vez de hierro y de cristal.

Lo que sé de las mujeres es que saben hacer que las encuentres igual que si las estuvieras buscando.

Lo que sé de las mujeres es que se las puede echar de menos a la vez que escapas de ellas.

Lo que sé de las mujeres es que se las saben todas.

Lo que sé de las mujeres es que mientras caminan junto a ti también van un paso por delante.

Lo que sé de las mujeres es que pueden convertir las casas vacías en casas abandonadas.

Lo que sé de las mujeres es que es más fácil imaginar las cosas que verlas.

Lo que sé de las mujeres es que los sueños consisten en no saber que estás dormido.

Lo que sé de las mujeres es que hay que mirar a ambos lados antes de cruzar.

Lo que sé de las mujeres es que los pasos en falso también son parte del baile.

Lo que sé de las mujeres es que nada separa tanto a algunas personas como estar juntos.

Lo que sé de las mujeres es que pasar por el aro no te convierte en un león.

Lo que sé de las mujeres es que hay respuestas que no merecen una buena pregunta.

Lo que sé de las mujeres es que con la misma pala que cavaste tu tumba puedes desenterrar un tesoro.

Lo que sé de las mujeres es que la felicidad es encontrar lo que buscas en lo que ya tienes.

Lo que sé de las mujeres es que no hay obstáculo más difícil de saltar que todo lo que hubo entre dos personas.

Lo que sé de las mujeres es un secreto a voces.

Lo que sé de las mujeres es que no todo lo que no reluce no es oro.

Lo que sé de las mujeres es que uno puede necesitar lo que no le hace falta.

Lo que sé de las mujeres es que el problema se resuelve cuando la suma de todas es igual a una sola.

Lo que sé de las mujeres es que no conviene llegar demasiado lejos con alguien que no te sigue.

Lo que sé de las mujeres lo aprendí entre la espada y la pared.

Lo que sé de las mujeres lo vi cuando tenía la mirada perdida.

Lo que sé de las mujeres me viene grande.

Lo que sé de las mujeres es que no hay que confundir una carrera con una estampida.

Lo que sé de las mujeres es que su anillo cambia lo que estaba escrito en tu mano.

Lo que sé de las mujeres es que conviene tener hechas las maletas, aunque sea para siempre.

Lo que sé de las mujeres es que no importa si algo te salió muy caro, sino si valió la pena.

Lo que sé de las mujeres es que lo contrario de estar solo no es estar acompañado sino que te escuchen.

Lo que sé de las mujeres es que son un sistema de medida de lo incalculable.

Lo que sé de las mujeres es que lo que se finge no es una parte de lo que ocurre.

Lo que sé de las mujeres es que volver a empezar se parece más a retroceder que a seguir avanzando.

Lo que sé de las mujeres es que a veces no está clara la diferencia entre compartir algo y repartírselo.

Lo que sé de las mujeres es que estar en un error no sale en los mapas.

Lo que sé de las mujeres es que sin ellas se puede vivir pero no se puede estar vivo.

Autor: Benjamín Prado.