Siempre he considerado que existe una gran diferencia entre ser un
"Maestro" y ser un "Profesor". Mientras el profesor
comparte sus conocimientos con los alumnos, el Maestro forma discípulos. Y cuando
el discípulo está preparado, aparece el Maestro. ¿A qué me refiero? Cuando estás preparado para avanzar en la vida o para lograr un cambio, subir un escalón, es entonces cuando aparece el "Maestro". Y puede ser una circunstancia o una situación, un accidente, una pérdida o cualquier otra cosa.
Para escribir esto, me he basado en algunas obras de San Francisco de Asís (San Francesco d’Assisi), Lao-Tse ( 老子) y Wayne Dyer. Por lo tanto, esto que quiero compartir se funda en la filosofía oriental y la occidental.
Para escribir esto, me he basado en algunas obras de San Francisco de Asís (San Francesco d’Assisi), Lao-Tse (
Sé siempre un discípulo, permanece dispuesto a aprender de todos y cada uno. Como alumno, sabes que todos y todo pueden de algún
modo ser tus maestros. Pero como un discípulo, significa que puedes tener espacio para un nuevo conocimiento, ansías lo que todos y todo pueden
ofrecerte. Cuando sepas de corazón que cada persona que encuentras en la vida tiene algo que enseñarte, podrás aprovechar al máximo lo que esta vida te ofrece.
Sí, puede ser una persona que no toleras, que no soportas, que ni si quiera puedes ver. Ése puede llegar a ser tu más grande Maestro o Maestra. El “giro equivocado” que te lleva a un lugar nuevo e inesperado es una oportunidad para crecer. Ese supuesto accidente, cuando te perdiste, cuando no sabías cuál era la calle correcta, cuando tuviste que regresar por algo. Cuando perdiste un tren, un vuelo, un autobús o un taxi, eso, te está ayudando a crecer. Preparado significa dispuesto. Disposición genuina y auténtica. Cuando estés así de dispuesto, descubrirás a tu propio Maestro personal.
Sí, puede ser una persona que no toleras, que no soportas, que ni si quiera puedes ver. Ése puede llegar a ser tu más grande Maestro o Maestra. El “giro equivocado” que te lleva a un lugar nuevo e inesperado es una oportunidad para crecer. Ese supuesto accidente, cuando te perdiste, cuando no sabías cuál era la calle correcta, cuando tuviste que regresar por algo. Cuando perdiste un tren, un vuelo, un autobús o un taxi, eso, te está ayudando a crecer. Preparado significa dispuesto. Disposición genuina y auténtica. Cuando estés así de dispuesto, descubrirás a tu propio Maestro personal.
El Maestro está en todas partes. La ayuda que necesitas será facilitada por
el Universo en cuanto conviertas tu preparación en disposición. En cuanto estés
dispuesto, encontrarás maestros en cada rincón de tu vida, en cada segundo, en cada mirar, en un elevador, en las escaleras, en cada restaurante y en cada lugar.
El Maestro puede muy bien ser un alma experimentada dispuesta a ayudarte y
guiarte hacia los milagros que buscas. Esa alma sabia ha estado siempre a tu
disposición. Es tu disposición la que hace que el Maestro pueda ayudarte. Los Maestros aparecen bajo diversas formas. El tuyo puede ser una grabación que alguien
ha dejado “por accidente” en tu auto, puede ser un objeto olvidado en el transporte público o que alguien deja a la puerta de tu casa, alguien con quien te cruces.
Tu Maestro puede también ser un libro o un artículo que te haya recomendado
un amigo o puede ser tu asistencia a una Conferencia. Incluso, puede ser un anuncio espectacular banal que ves en la calle. El Maestro puede ser un
niño que te toma de la mano y te hace una pregunta en la que tú no habías
pensado hasta ese momento, y la respuesta que le das al niño es la respuesta
que te das a ti mismo.
Tu Maestro puede ser invisible y aparecer en forma de un pensamiento que
viene a tu mente en un momento tranquilo de contemplación, o cuando estás tomando un baño o igual puedes estar recostado en tu cama sin hacer nada y te anima a seguir
una dirección determinada. Cuando tú, el discípulo o el alumno, estés preparado y dispuesto,
el Maestro aparecerá. Sólo tienes que echar un vistazo alrededor, mirar con
ojos nuevos y preguntarte en silencio: “¿Quién es mi Maestro?”
Los Maestros no son necesariamente personas, pueden ser cosas. En esos supuestos accidentes cotidianos que a todos nos ocurren. Tomar rutas alternas a nuestros destinos, dar la vuelta en la calle que no era la correcta, por haber subido a un piso del edificio que no era, por tomar el elevador incorrecto en los Juzgados. En fin, todos estos supuestos accidentes traen consigo a profundos Maestros o enormes enseñanzas, como lo quieras ver.
Los Maestros no son necesariamente personas, pueden ser cosas. En esos supuestos accidentes cotidianos que a todos nos ocurren. Tomar rutas alternas a nuestros destinos, dar la vuelta en la calle que no era la correcta, por haber subido a un piso del edificio que no era, por tomar el elevador incorrecto en los Juzgados. En fin, todos estos supuestos accidentes traen consigo a profundos Maestros o enormes enseñanzas, como lo quieras ver.
El Maestro hace su aparición en todo y en todos cuantos lugares te
encuentras. No existen en realidad los accidentes. El Universo tiene un
propósito. Si el Maestro estaba allí y tú lo has pasado por alto, ello formaba parte de la perfección en ese momento en concreto.
El Maestro estaba allí antes que tú, pero no estaba allí para ti. Aquello
era entonces y esto es ahora. Hoy, cuando estás dando un propósito a tu vida y
adquiriendo la capacidad de hacer aparecer milagros en tu vida, y cuando entonces estés dispuesto, reconocerás al Maestro. Reconocerás los milagros y llegarán a ti a caudales.
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